Nuestra historia

A partir de 1940 superada la etapa de posguerra, comienzan a surgir nuevas fábrica de aguardiente, es el caso de: Anís Cañete, Anís Currito y Anís Bravío.

Ignacio Nieto Luque, abre su fábrica de aguardiente el 22 de abril de 1948, en la calle  Pedro Parias con el nombre de San Ignacio. Hasta el momento, había tenido un despacho al por mayor de Vinos Finos y Vinagres Puros de Uva en el Rubio. Más tarde, regresa a Estepa y decide hacerse aguardentero, oficio que conoce bastante bien. Ignacio compra un nuevo edificio de dos plantas, el cual era antes una bodega de vinos y aguardientes.

Ignacio Nieto Luque, comienza su trabajo como fabricante de anís, destilando en principio anís seco.
Esta industria comienza a fabricar el septiembre de 1948, pero todos los productos y guías de alcohol estaban a nombre del antiguo fabricante. Ignacio lo primero que hizo fue buscar una marca comercial para su embotellado, seco y dulce. Solicitó varios nombres, los cuales fueron denegados ya que existían. Acabó llamándose "Anís Bravío".

En 1944 en adelante, se inicia en Estepa una crisis en este sector. Por este motivo muchas fábricas empiezan a cerrarse. Anís Bravío es la única fábrica de aguardiente que pervive hoy en día en Estepa.
Se trasladó la empresa a la zona industrial debido a la imposibilidad de continuar con las labores de destilación en un edificio antiguo, impidiendo el acceso de los camiones, dificultad de trabajo,etc. Por estos motivos, Rafael Ignacio Nieto Galván , único hijo de Ignacio, decide trasladar su negocio en 1997.




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